Cómo gestionar el catering

El control es una de las cinco funciones principales de las actividades de gestión (planificación, organización, control, motivación y dirección). Los directivos deben controlar todo el proceso del origen, desarrollo y resultados de un evento desde una perspectiva de gestión. Como supervisar las actividades de los empleados, supervisar los activos y las actividades comerciales, controlar todo el proceso de calidad, etc. Su finalidad es permitir que la empresa se desarrolle sanamente de acuerdo con las metas y direcciones determinadas. Pero en el trabajo real, la gente a menudo ignora la función de los superiores de servir a los subordinados. Ésta es una grave contradicción entre controlar y ser controlado.

La gestión en sí misma es servicio. La responsabilidad del gerente es determinar los objetivos de la empresa y proporcionar a los empleados las condiciones necesarias para alcanzarlos. Por lo tanto, el servicio es más importante que el control en el trabajo real.

La gestión de servicios hoteleros tiene un concepto de "tres servicios", es decir, la segunda línea es el servicio de primera línea, los líderes atienden a los empleados y todos los empleados atienden a los huéspedes. A través del respeto de los superiores por los subordinados, haciendo cosas prácticas para los subordinados, siendo buenos en logística y sirviendo bien a los subordinados, los empleados pueden tener un sentido de identificación con la empresa y su cultura, de modo que se pueda formar sinergia.

Solo controlando bien en un ambiente de trabajo armonioso se puede ejercer mejor el papel de control. Una empresa debe formar una unidad de intereses con sus empleados, de modo que los empleados sientan que no trabajan para otros, sino para ellos mismos, de modo que la relación entre el controlador y el controlado no sea incómoda.