A temperatura y presión normales, el hidrógeno es un gas incoloro, transparente, inodoro e insípido y extremadamente inflamable. El hidrógeno es el gas con la densidad más pequeña conocida en el mundo. La densidad del hidrógeno es sólo una cuarta parte de la del aire. Es decir, a 0 grados centígrados y una presión atmosférica estándar, la densidad del hidrógeno es de 0,0899 gramos por litro. Por lo tanto, el hidrógeno se puede utilizar como gas de llenado para dirigibles y globos de hidrógeno. El hidrógeno es la sustancia con la masa molecular relativa más pequeña y se utiliza principalmente como agente reductor.
El gas hidrógeno se preparó artificialmente por primera vez a principios del siglo VI, en el año 65438 d.C. El método utilizado en aquella época consistía en sumergir el metal en un ácido fuerte. 1766–1781 Henry Cavendish descubre el hidrógeno, que al quemarse forma agua. Basándose en esta propiedad, Lavoisier denominó a este elemento "hidrógeno". Cuando los médicos británicos escribieron una nueva colección de historia natural en la década de 1950, tradujeron "hidrógeno" como "gas ligero", es decir, el gas más ligero.