Los niños que reciben una formación musical de alta calidad suelen obtener muy buenos resultados en matemáticas. Porque los jóvenes músicos pueden crecer y mejorar pensando en el tiempo y el espacio abstractos. La música puede mejorar la concentración de los niños. La capacidad de atención de un bebé no sólo es corta, sino que también se distrae fácilmente. Normalmente me siento cansado en unos 10 minutos. Pero la música amigable puede aumentar continuamente la atención de los niños. El grupo de investigación titulado "El papel de la música en la enseñanza de la educación individualizada" pidió a niños de alrededor de 5 años que escucharan una pieza de música clásica infantil todos los días durante la fase experimental. Un mes después, a través de pruebas experimentales, su capacidad de atención era cuatro veces mayor que la de los niños no entrenados.
La música puede mejorar las habilidades lingüísticas de los niños. La música en sí es una especie de lenguaje, y lo que los niños escuchan es la mejor enseñanza del lenguaje. El educador musical húngaro Kodak nos pidió que escucháramos primero canciones clásicas de Mozart, Beethoven y Bach. Los niños pueden sentarse en el asiento, cerrar los ojos y estar cómodos. El profesor cambia el tono según el ritmo y explica mientras escucha hasta que termina la música. Luego haga que los niños se expliquen con la música. De esta manera, el progreso musical del niño es evidente. Inesperadamente, después de un mes de entrenamiento, sus habilidades lingüísticas han mejorado mucho en comparación con niños del mismo nivel.
Nadie nace sin memoria. Sólo mediante el entrenamiento adquirido se puede acelerar y ampliar gradualmente el tiempo de la memoria. Esto requiere métodos eficaces. La música es el mejor material didáctico para cultivar la memoria de los niños. El famoso educador musical japonés Suzuki Jin llevó a cabo un experimento en el que pidió a las madres que habían dado a luz que nombraran marcas famosas de música clásica, las reprodujo en bucle y luego continuó explicando. Hasta que el niño tenga cinco meses, haga otro experimento y coloque canciones no escuchadas en las canciones que sí ha escuchado. La sorpresa y la ansiedad se reflejan en sus rostros cuando escuchan canciones que nunca antes habían escuchado, y las sonrisas aparecen en sus rostros cuando escuchan canciones familiares. Este resultado muestra que los bebés de 5 meses ya pueden recordar música.