2. Presta atención a los métodos educativos. Permita que los niños exploren libremente dentro de un rango razonable; si hay una tendencia incontrolable, los padres pueden decirles con sus ojos o expresiones que no continúen así. No hay palabras más apropiadas para despertar. De lo contrario, se puede imponer un castigo moderado si se alcanza el resultado final. No: el castigo no es el propósito; se debe cambiar el método para guiar a los niños a darse cuenta de las consecuencias de su comportamiento.
3. Presta atención a la comunicación emocional. Comuníquese con sus hijos con más frecuencia y déjeles que se den cuenta de que está mal ser demasiado travieso. Por ejemplo, si causa problemas y atrae la atención de los demás, causará malestar a quienes lo rodean. Los padres deben prestar atención a la comunicación emocional con sus hijos. Los niños traviesos a menudo no expresan con precisión sus necesidades internas. Especialmente cuando los niños enfrentan contratiempos, los padres deben brindar asesoramiento psicológico para guiar a sus hijos a ver los contratiempos con una actitud más positiva y alegre, encontrar significados positivos en ellos y estimular el entusiasmo de sus hijos por la exploración continua.