La viabilidad de una política de salarios altos para apoyar la integridad es controvertida. Por un lado, los salarios altos pueden atraer talentos más destacados para ingresar a las agencias gubernamentales, mejorar la ejecución y la eficiencia del gobierno y, al mismo tiempo, reducir la tentación de la corrupción. Por otro lado, los salarios altos también pueden generar avaricia y corrupción entre los funcionarios del gobierno porque tienen más recursos a los que recurrir.
Además, la implementación de la política de salarios altos e integridad debe tener en cuenta el impacto del presupuesto financiero y la opinión pública. El gobierno necesita equilibrar los altos salarios y la asignación de recursos públicos, así como la aceptación por parte del público de los altos salarios de los funcionarios gubernamentales.
Por lo tanto, la viabilidad de políticas bien remuneradas para apoyar la integridad requiere una consideración integral de varios factores, incluidas las características de las agencias gubernamentales, los presupuestos fiscales, la opinión pública, etc.