Hace ya 4.000 años, las inscripciones en las lápidas de algunos nobles del antiguo Egipto ya contenían los dos elementos básicos de la criptografía: confidencialidad y distorsión intencionada de la información.
Sin embargo, la criptografía como ciencia rigurosa sólo se ha establecido desde hace casi cincuenta años.
Se puede decir que antes de 1949, la investigación en criptografía era más un arte que una ciencia.
La razón principal es que no existen estándares objetivos reconocidos para medir la seguridad de varios sistemas criptográficos durante este período, y es imposible realizar una investigación teórica en profundidad sobre la seguridad de la información.
En 1949, C.E. Shannon publicó la "Teoría de la comunicación de sistemas seguros", que establecía la criptografía sobre una base matemática estricta.
Desde entonces, la criptozoología se ha convertido en una verdadera ciencia.