Siempre pensé que al irme se borrarían todas las preocupaciones.
Siempre ha existido en la forma de disfrutar de la soledad.
Quédate en mi rincón, el rincón oscuro.
La oscuridad se llena del olor a muerte.
En el rincón oscuro, no podía ver mi decadencia y estaba lamiendo mis heridas cómodamente.
En el extremo solitario, agitan sus manos manchadas de sangre, tratando histéricamente de arrastrarte al fondo.
Del otro lado, nadie se quedó allí, nadie se fijó en mí.
Incluso si se dan cuenta, no harán todo lo posible para ayudarme.
Cuando me sentía solo, me perdía.
No encuentro salida, resonando en la soledad.
Las lágrimas se desbordaron, manteniendo las comisuras de la boca levantadas.
Yo digo, sé optimista.
Dije, hay rastros de felicidad en mis lágrimas.
Dije, estoy bien.
Dije, esto es autoconfort.
Dije, no puedo morir.
Recuerdos flotando en el cielo rondan mi mente.
Me esforcé por olvidar, pero descubrí que cuanto más quería olvidar, más no podía olvidar.
Olvidar es más fácil decirlo que hacerlo.
Acurrucados en silencio en un rincón, fragmentos de recuerdos aparecieron ante mis ojos uno tras otro.
Ruidoso, inquieto, reír, llorar,
Todos estos son recuerdos maravillosos.
En verano disfruto de paletas heladas en el banco de piedra y en invierno camino contra el viento frío.
Son recuerdos maravillosos.
Esperando con ansias que el avatar parpadee.
Sonriendo ante la expresión que envió.
¿Por qué los recuerdos siempre son buenos?
¿Por qué es tan difícil olvidar el pasado?
En mi rincón, la Utopía que anhelo.
Mi cielo es naranja, un color deslumbrante.
Mi casa es negra, un color solitario.
Mi tierra está llena de amapolas.
Mi aire se llena del dulce olor del chocolate.
Mis hojas son azules, expresando mi anhelo.
Mis nubes siguen siendo malvaviscos blancos.
En mi mundo no hay perlas ni diamantes, sólo cuentas de cristal transparente.
En mi mundo no hay caos ni ruido. Sólo música triste.
Quiero egoístamente cambiarlo todo.
Transfórmate en todo lo que me pertenece.
Sal de este lugar e intenta cambiarlo todo.
Pero la realidad no se puede cambiar.
El pincel me ayudó a conseguirlo.
El cielo naranja, mi casa negra, mis amapolas, mis malvaviscos...
Quiero tirar todo el pasado a un agujero negro.
Quiero tiempo para llevármelos tranquilamente.
Sin embargo, no todo se puede perder.
El tiempo es impotente.
La memoria es como un grillete que me encierra en el paso del tiempo.
Todo está profundamente grabado en mi corazón.
Cada palabra y cada frase que dices queda profundamente grabada en mi corazón.
Vete con mi pasado.
Irse puede resolver todo lo ocurrido en el pasado.
La memoria me mantiene en mi rincón.
¿Está bien? Lo escribí yo mismo