En circunstancias normales, el número de protones en un átomo es igual al número de electrones, las cargas positivas y negativas están equilibradas y es eléctricamente neutro (sin carga) con respecto al mundo exterior. Cuando se somete a alguna fuerza externa (como fricción, efecto fotoeléctrico, etc.). ), los electrones alrededor del núcleo caen fuera de su órbita, destruyendo el estado sin carga del átomo. Los electrones abandonan el átomo original e invaden otros átomos, lo que hace que el átomo original tenga carga positiva y otros átomos tengan carga negativa.
Este fenómeno de electrificación es causado por el descarrilamiento de electrones por fuerzas externas, y suele ir acompañado de este fenómeno en nuestro trabajo diario. Como contacto, separación, fricción, inducción, flujo de aire, etc. Se generará electricidad estática.
Debido al material y la fricción del objeto, la intensidad de la electricidad estática está estrechamente relacionada con la velocidad relativa de funcionamiento, la presión, la temperatura, la humedad y otros factores del entorno.