Los activos inactivos se refieren a activos que han estado fuera de servicio por más de un año y no son necesarios, o han sido reemplazados por activos recién adquiridos con propósitos similares. En pocas palabras, los activos inactivos son activos que la empresa no utiliza en las operaciones diarias (como equipos limitados, terrenos, edificios), es decir, activos que no se utilizan temporalmente y todavía figuran como depreciación en el informe.
Para la producción y operación actuales de las empresas, los activos inactivos son activos con una tasa de utilización muy baja y no son necesariamente "malos". Pueden ser "activos de alta calidad" para otra industria. Los activos inactivos y los activos improductivos a menudo se confunden.
Los activos improductivos de una empresa se refieren a las pérdidas de activos netos no resueltos y a las pérdidas potenciales (fondos) de la empresa, así como a las pérdidas estimadas de varios tipos de activos problemáticos que no deberían contar con provisiones por deterioro de activos de acuerdo con al sistema de contabilidad financiera.
Los costos de gestión y mano de obra de los activos inactivos son altos, lo que no solo supone una pesada carga para las empresas, sino que también provoca un gran desperdicio de recursos. Para una gran cantidad de activos inactivos, las empresas no solo tienen que pagar costos laborales para administrarlos, sino que también deben reparar y mantener el equipo intacto en general cada año.