El origen del hormigón armado

El origen del hormigón armado

La cuna del hormigón armado es Francia.

El jardinero francés Munnia a menudo trasplantaba flores de macetas en el invernadero, pero las dañaba accidentalmente. Primero las reemplazó por vasijas de madera, pero eran más caras que las de barro. En aquella época ya se utilizaba cemento, por lo que Munnia utilizaba cemento para hacer maceteros. Aunque las macetas de cemento son más duras que las de barro, aún son propensas a agrietarse.

Un día de 1868, a Munnia finalmente se le ocurrió una buena idea: envolver unos aros de hierro alrededor de la maceta de cemento para fortalecerla. Para embellecer las macetas, cubrió los aros de hierro con una capa de cemento. Después de endurecerse, descubrió que la maceta era particularmente fuerte y no se rompía fácilmente. Más tarde, Munnia usó alambre de hierro para hacer el marco y luego enyesó cemento en el exterior del marco de alambre de hierro. Después del endurecimiento, se convierte en una maceta fuerte y hermosa. De la estructura de esta maceta nació el hormigón armado. Hoy en día, el hormigón armado se ha convertido en el material de construcción más utilizado en el ámbito de la construcción en todo el mundo.

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