Ayudar a los demás
Es mejor dar que recibir, y esto no sólo se aplica a los bienes materiales. Algunas formas de transmitir alegría a los necesitados: ayude a sus hijos a entregar galletas navideñas caseras en un asilo de ancianos, haga arreglos para dejar una canasta de juguetes en la unidad de cáncer infantil de un hospital local y ayude a servir comidas navideñas en un refugio para personas sin hogar.
Dar siempre es más valioso que recibir, y esto también se aplica al nivel no físico. Dé algo de aliento a los necesitados: haga algunas galletas hechas a mano para sus hijos y envíelas al asilo de ancianos; tómese el tiempo para visitar el centro oncológico infantil local y no olvide traer algunos juguetes. Cocine una comida navideña para las personas sin hogar.
2. Hacer que los alimentos sean valiosos.
Elija alimentos saludables
¿Cuánto gasta su familia en alimentos “inútiles” (refrescos, patatas fritas, galletas, etc.)? Revise sus elecciones de alimentos y patrones de compra y dedique los ahorros a: Calcule cuánto gasta en comida chatarra y done ese dinero a organizaciones benéficas, o done el 2% de los alimentos que compre a los bancos de alimentos.
¿Cuánto gasta tu familia en algo de comida chatarra? Como bebidas, patatas fritas, galletas, etc. Vuelva a examinar su lista de alimentos y sus patrones de compra para ahorrar algo de dinero: calcule cuánto gastará en comida chatarra y done ese dinero a una organización benéfica, o done el 2% de los alimentos que compre a un banco de alimentos.
3. Crea un ritual.
Cree un ritual
Los rituales son la columna vertebral de la temporada navideña y brindan a los niños una sensación de continuidad y una tradición que pueden transmitir en los años venideros. Puede ser tan simple como encender una vela, cantar una canción o decir una oración especial. Otras ideas: realice una caminata navideña por el bosque, organice una fiesta de latke, organice una comida compartida anual de postres navideños.
Los rituales pueden ser una excelente manera de iniciar las fiestas y brindar a los niños un sentido de unión y tradición que pueden transmitir año tras año. El ritual puede ser tan simple como encender una vela, cantar una canción o decir una oración especial. Si todo eso no es lo suficientemente bueno, pruebe con un viaje de vacaciones al bosque, una fiesta de pastel de papa o una cena anual de postres.
4. Comparte tus juguetes.
Comparte juguetes
Nunca es demasiado pronto para enseñar a tus hijos a compartir. Explíqueles a sus hijos que no todos los niños y niñas tienen regalos para abrir durante el día festivo y pregúnteles si les gustaría compartir algunos de sus regalos. La mayoría de los niños están ansiosos por elegir y envolver sus viejos favoritos, especialmente si participan en la entrega al destinatario. Los adultos también pueden compartir juguetes: una computadora vieja, palos de golf, un reproductor de CD o un teléfono celular son regalos navideños significativos.
Enseña a los niños a compartir, cuanto antes mejor. Dígales a sus hijos que no todos los niños reciben regalos durante las fiestas y pregúnteles si les gustaría compartir sus juguetes con los demás. La mayoría de los niños están dispuestos a recoger juguetes viejos, especialmente aquellos que los necesitan. Los adultos también pueden compartir "juguetes": ordenadores viejos, palos de golf, reproductores de CD o teléfonos móviles. Tiene sentido donarlos durante las vacaciones.
5. Ignóralo.
Apaga la televisión.
No puedes detener la comercialización de vacaciones, pero puedes negarte a participar. Apaga la televisión e involucra a tus hijos y familiares en más actividades navideñas. Déles a los niños cámaras desechables y déjeles tomar fotografías durante una tarde; prepare galletas para un centro de vida asistida; vaya a una pista de hielo, un museo o un acuario local; saque los crayones y las pinturas y haga tarjetas de Año Nuevo caseras.
No se puede detener la comercialización de las fiestas, pero sí se puede resistir su influencia. Apague la televisión y realice más actividades navideñas con su familia y sus hijos. Prepare cámaras desechables para sus hijos y déjelos pasar la tarde preparando algunas galletas para el centro de actividades. Vaya a una pista de hielo, un museo o un acuario cercano a buscar papel y bolígrafo para hacer tarjetas de Año Nuevo hechas a mano.
6. Simplifica.
Simplifica
Es difícil concentrarse en el verdadero significado de las festividades cuando vas corriendo de un centro comercial a otro. Pruebe esto: de seis a diez semanas antes de la temporada navideña, redacte un calendario semanal de todas sus obligaciones navideñas y comience a eliminarlas. Elimine y delegue tantas tareas como sea posible (es más fácil si comienza temprano, tendrá más tiempo para una comunicación real);
Puede parecer difícil centrarse en el significado de la festividad si siempre estás corriendo de un centro comercial a otro.
¿Qué tal esto? De 6 a 10 semanas antes de tus vacaciones, haz una lista de todos tus planes de vacaciones y comienza a eliminarlos tanto como sea posible (cuanto antes lo hagas, más fácil te resultará) para que tengas más tiempo para disfrutar. tus vacaciones.
7. Deja que tus compras reflejen tus valores.
Deja que tus compras reflejen tus valores.
En lugar de apoyar el plástico, las tiendas de cajas y el consumismo desenfrenado, haz regalos que sean más significativos. Compre en pequeñas tiendas locales; haga sus propias tarjetas navideñas y done los ahorros a organizaciones benéficas.
En lugar de gastar dinero para apoyar las bolsas de plástico, las tiendas minoristas y el consumo loco, es mejor donar algo más significativo. Compre en tiendas locales, haga sus propias tarjetas de felicitación y done sus ahorros a organizaciones benéficas.
8. Nutre tu alma.
Aliméntate
Por mucho que quieras conectarte con familiares y amigos, es importante reservar tiempo para ti mismo, aunque sean solo 10 minutos al día. Dedique algún tiempo a meditar, hacer introspección, hacer yoga, caminar solo y contemplar las estrellas en el cielo nocturno. Cuando el día se vuelva ajetreado y estresante, programe una siesta por la tarde durante la cual todos vayan a su habitación para pasar 45 minutos leyendo, tomando una siesta y jugando tranquilamente. Enciérrate en el baño y date una ducha caliente, y no esperes hasta el Año Nuevo para reconsiderar tus prioridades personales: haz una lista ahora y deja que la magia de las fiestas te inspire.