Cuando éramos jóvenes, todos esperábamos poder crecer rápidamente, porque cuando crezcamos, nuestros padres ya no se preocuparán por nosotros y podremos hacer lo que queramos y comprar lo que queramos. quiero comprar. Pero cuando realmente creces, te das cuenta de que la infancia fue tu época más feliz y es un recuerdo al que no puedes volver atrás. Cuando crecemos, ya no tenemos la inocencia que alguna vez tuvimos y rara vez nos reímos como cuando éramos niños.
Uno: Sólo cuando sea mayor me daré cuenta de las dificultades de la vida.
Cuando crezcas, tendrás que soportar muchas cosas por tu cuenta. Ya es difícil vivir porque tus sueños están fuera de tu alcance en la vida real. Si necesitas sobrevivir, necesitas trabajar y ganar dinero. No hay trabajo fácil, y también necesitas vivir, alquilar una casa, etc. Después de todos los gastos, resulta que realmente no hay dinero para ganar algo. dinero extra.
Dos: Sólo cuando creces sientes la responsabilidad.
Cuando éramos jóvenes, podíamos reír y ser felices sin preocupaciones, pero cuando crezcamos, descubriremos que nos hemos convertido en padres y tenemos muchas cosas en nuestros cuerpos que necesitamos llevar. cuidar de nuestros padres, de nuestra pareja y de nuestros propios hijos. En ese momento, te das cuenta de que la carga sobre ti es muy pesada y de cómo tus padres han podido sobrevivir durante tantos años.
Tres: A medida que crecemos, poco a poco vamos perdiendo la sonrisa.
Somos impotentes ante todo tipo de presiones. Ante la prueba de la vida y la destrucción de la vida, cada una de estas cosas nos deja sin aliento, por lo que poco a poco perdemos la sonrisa, la alegría de la infancia. y la inocencia que teníamos antes. Lo único que teníamos era más trabajo duro y responsabilidad.
Cuando éramos jóvenes, reíamos cuando llorábamos. Cuando crecemos, reíamos cuando llorábamos, porque la infancia es la infancia a la que no podemos volver. Sólo la infancia es el momento en el que estamos. tiempo verdaderamente feliz. Porque entonces no necesitas pensar en nada.