Fleming, bacteriólogo británico. Mientras servía como médico militar en la Primera Guerra Mundial, se dio cuenta de lo dañinos que eran los conservantes para las células humanas y se dio cuenta de que necesitaba algo que matara las bacterias sin causar daño al cuerpo. Después de la guerra, Fleming se dedicó al estudio de las bacterias. Puso las bacterias en una incubadora, observó cada paso, registró sus patrones de crecimiento y persistió día tras día.
El 15 de septiembre de 1928, cuando Fleming se disponía a observar estafilococos en una placa de Petri, encontró una capa de Penicillium adherida al agar. Con su aguda observación, Fleming notó un fenómeno extraño: los estafilococos alrededor del moho desaparecieron misteriosamente, mientras que las bacterias en la distancia crecieron normalmente. Fleming estaba desconcertado y la rigurosa alfabetización científica que había desarrollado a lo largo de los años lo impulsó a registrar este fenómeno y cultivar cuidadosamente el moho. Después de extensos experimentos, finalmente llegó a la conclusión de que el moho producía una sustancia antibacteriana que podría convertirse en un fármaco eficaz para derrotar a las bacterias. Fleming la llamó penicilina. El 3 de febrero de 1929, Fleming presentó un artículo sobre la penicilina al London Medical College Club. Gracias a los esfuerzos de las generaciones futuras, la penicilina médica se publicó oficialmente en 1944. En este punto, Fleming abrió la era de los antibióticos con su gran descubrimiento, y ganó el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1943 a 1945.
El descubrimiento de la penicilina se benefició del ideal de utilizar la ciencia para salvar vidas. Es una de las mayores innovaciones en el campo de la medicina del siglo XX y un hito en la historia del desarrollo de antibióticos humanos. Como primer antibiótico que puede tratar enfermedades humanas, la penicilina trajo buenas noticias a la humanidad. También fue el punto culminante de la búsqueda de nuevos antibióticos y marcó el comienzo de la era de las nuevas drogas sintéticas.