1. Comprenda el motivo: primero, comprenda por qué mintió el estudiante. Tal vez sea estrés, miedo al castigo o para protegerse a sí mismo o a los demás. Sólo después de comprender las razones podremos brindar una educación específica.
2. Generar confianza: Establece una buena relación de confianza con los estudiantes y hazles sentir que te preocupas por su crecimiento y desarrollo, en lugar de simplemente criticar y culpar. De esta manera, estarán más dispuestos a compartir sus pensamientos y preguntas reales con usted.
3. Fortalecer los conceptos morales: Fortalecer la educación moral de los estudiantes a través de la enseñanza en el aula y las reuniones de clase, para que comprendan la importancia de la honestidad y la confiabilidad. Se pueden utilizar casos reales para concienciar a los estudiantes de las consecuencias y el impacto de mentir.
4. Brindar apoyo: Brindar atención y apoyo a los estudiantes que mienten. Comprenda sus necesidades, ayúdelos a resolver problemas y anímelos a enfrentar las dificultades y los desafíos con valentía.
5. Establezca reglas y consecuencias claras: Establezca disciplinas y códigos de conducta claros en el aula para que los estudiantes sepan que no está permitido mentir. Al mismo tiempo, se deben establecer las consecuencias correspondientes y se debe dar el castigo adecuado a los estudiantes que mienten, a fin de que sirva de advertencia.
6. Cooperación entre el hogar y la escuela: mantener una buena comunicación con los padres y prestar mucha atención al crecimiento de los estudiantes. Informe a los padres cómo les va a sus alumnos en la escuela y anímelos a corregir sus errores juntos.
7. Orientación para el paciente: Para los estudiantes que mienten, sea lo suficientemente paciente y no esté ansioso por lograr un éxito rápido. Cree que tienen la posibilidad de corregir sus errores y darles tiempo y espacio para crecer.