Además de "Moscú no cree en las lágrimas", ¿qué otras películas rusas merecen la pena ver?
El período soviético dejó muchas películas clásicas y encantadoras, como "Moscú no cree en las lágrimas", "Office Story", "Trick of Destiny", etc., todas muy familiares para todos. . Así que déjame presentarte algo diferente hoy.
1. "Return" Andrei Sargintsev
Esta es la primera obra dirigida por el director. En su primera exposición, ganó el máximo honor del 60º Festival de Cine de Venecia, el Premio León de Oro y el Premio al Mejor Director Revelación. Otorgar. El tono de "Return" es un poco triste. La película no tiene mucho diálogo y utiliza muchos planos vacíos para mostrar el embriagador paisaje de la tierra rusa. La película cuenta la historia de un padre y su hijo que hace mucho tiempo que no se ven, pasando de estar distantes e indiferentes a estar cerca el uno del otro durante el viaje. El silencio a lo largo de la película está lleno de tensión, lo que puede hacer pensar a la gente.
También vale la pena leer las otras obras de Andrei Sagintsev, "Leviatán" y "No Love to Tell". Sus obras reflejan a menudo la situación actual y los problemas existentes en Rusia.
2. "El tonto en un edificio peligroso" Yuri Bykov
Se notificó al plomero que reparara la tubería de agua que estaba a punto de estallar en el edificio de tuberías, pero descubrió que el producto de este proyecto de basura estaba a punto de colapsar dentro 24 horas, y el edificio todavía estaba lleno de gente desprevenida de clase baja, y el plomero intentó notificar a la alcaldesa, sin embargo, la alcaldesa desistió de trasladar a los residentes para su propio beneficio...
La película se centra en los problemas reales de Rusia. Las contradicciones y los conflictos son feroces y el absurdo es el epítome de la realidad en todas partes.
3. "War Paradise" Andrei Konchalovsky
Toda la película utiliza un formato en blanco y negro 4:3, es fría y comedida, y cuenta la historia de la Segunda Guerra Mundial en un Tono tranquilo Durante ese período, ocurrieron una serie de incidentes cuando Olga, una mujer aristocrática rusa, fue acusada de esconder a dos niños judíos en Francia. El método narrativo del director es único, no sólo cuenta la cruel guerra, sino también el paraíso de la redención a través de experiencias humanas. Andrei Konchalovsky también ganó el premio al Mejor Director en el 73º Festival de Cine de Venecia por esta película.