La crisis financiera generalmente se refiere a una fluctuación violenta en el mercado financiero, que puede conducir a la quiebra de algunas instituciones económicas importantes y al colapso grave del sistema económico nacional. También siguieron consecuencias como desempleo masivo, inflación y devaluación de activos. La crisis financiera es violenta, rápida y generalizada. Su carácter repentino y oportuno es extremadamente alto y es suficiente para cambiar la estructura económica mundial existente.
La causa fundamental de la crisis financiera puede radicar en el riesgo contagioso de las transacciones crediticias entre instituciones financieras o países. Por ejemplo, la crisis de las hipotecas de alto riesgo está haciendo estragos en Estados Unidos, provocando la retirada de activos de alto riesgo y la crisis financiera. Escalada de crisis crediticias en todo el mundo. La naturaleza rápida, violenta y generalizada de la crisis financiera es su mayor riesgo potencial. Las fluctuaciones del mercado a menudo intensifican el pánico de la gente y provocan retiradas de capital a gran escala y riesgos de liquidez, que tienen un impacto mayor en todo el mercado financiero.
En respuesta a la crisis financiera, la comunidad internacional o las instituciones financieras a menudo adoptan una variedad de medios, incluidos ajustes de políticas, fortalecimiento regulatorio y coordinación internacional, para mantener la estabilidad del sistema financiero. Además, los ciudadanos comunes y corrientes también pueden hacer frente a las crisis financieras mediante un control eficaz del riesgo y reservas financieras, como la asignación racional de carteras de activos, un control adecuado del apalancamiento y reservas activas. La agitación financiera también puede traernos inspiración, que es fortalecer la cooperación en cuestiones financieras internacionales, hacer un buen trabajo en alerta de crisis y gestión de riesgos, y mantener una actitud de inversión financiera prudente y sólida.