1. Recursos educativos desequilibrados: Los recursos educativos son relativamente escasos en algunas áreas, lo que genera grandes diferencias en la calidad y las oportunidades para que los jóvenes reciban educación.
2. Problemas de salud mental: Con la intensificación de la competencia social, muchos adolescentes se enfrentan a presión psicológica y angustia emocional. Es necesario prestar atención y abordar estos problemas de salud mental en los proyectos de las fundaciones y brindar el apoyo y la ayuda pertinentes.
3. Cultivo insuficiente de la práctica social y las capacidades innovadoras: la enseñanza tradicional en el aula a menudo se centra en impartir conocimientos y descuida las operaciones prácticas y el cultivo del pensamiento innovador.