Artículo borroso

La puesta de sol, las nubes blancas y las estrellas son hermosas. Muchos escritores y poetas lo han elogiado en el lenguaje más bello, pero a mí me atraía y embriagaba el ordinario atardecer.

Era una tarde soleada. Me paré en el balcón y miré a lo lejos. De repente, Xia Hong apareció en el cielo. Inmediatamente me interesé y miré de cerca al cielo. Vi que el área de Xia Hong se estaba expandiendo lentamente y, después de un tiempo, el cielo se tiñó de rojo. Observé atentamente y vi dos nubes blancas flotando desde el oeste. En este momento, Xia Hong tiñó de rojo estas dos nubes blancas y caminaron lentamente hacia mí. ¿No es ese el tigre feroz que lo sigue? Miré al cielo y no pude evitar pensar en la historia de "Smith". Simplemente pensé que era gracioso, pero en ese momento, tanto el zorro como el tigre desaparecieron.

Una imagen extraña apareció frente a mis ojos: un lindo conejito pastando despreocupadamente junto al río. De repente, las orejas del conejo se animaron. Oh, resulta que hay un gigante detrás del conejo. ¡Vaya, el cazador tiene una escopeta! El conejo lo vio y salió corriendo, seguido por el cazador. En un abrir y cerrar de ojos, el conejo desapareció entre las nubes y el cazador no supo adónde fue.

Mirándolo, apareció un lago frente a mí. Cuando volví a mirar al cielo, vi "polvoriento". El cielo estaba ocupado por innumerables caballos, y los feroces caballos galopaban hacia adelante. A medida que las nubes se acercaban, todavía parecían poder escuchar los gritos de su Mercedes. Esta escena es tan maravillosa que ni siquiera el pintor Wu Daozi pudo pintarla.

Estaba en trance y no podía ver nada con claridad. El atardecer apagó su último resplandor y desapareció.

Ah, naturaleza, creaste al ser humano, nos diste flores, árboles, ríos y montañas... ¡El atardecer también es tu obra maestra, y la belleza que creaste es realmente inconmensurable!

¡Ah, naturaleza, qué maravillosa eres!