La primera es su imagen heroica de ser valiente y capaz de luchar (casi invencible).
En segundo lugar, concede gran importancia a la amistad (está extremadamente triste por la muerte de su amigo y jura venganza), pero también tiene su crueldad (por el trato cruel que dio al cuerpo de Héctor) y su obstinación (por reputación e intereses personales) No tiene consideración por la situación general) e impulsivo (si no fuera por la disuasión de la diosa Atenea, probablemente mataría al entrenador Agamenón), pero también revela su amabilidad (mirando el cabello blanco del rey de Troya y conmovido por él), accedió a la petición del rey).
En definitiva, su personaje es complejo y tridimensional, y sus emociones son ricas y multifacéticas. Es un personaje con una fuerte vitalidad artística en la epopeya de Homero.