La práctica es la parte más importante del aprendizaje y ningún conocimiento de los libros puede reemplazar la práctica. Durante el Período de los Reinos Combatientes, a Zhao Kuo, que nunca había tenido experiencia real en combate y solo podía hablar de asuntos militares en papel, se le confiaron tareas importantes, que llevaron a la aniquilación de todo el ejército de Zhao, dejando una profunda lección histórica. La alusión histórica a "hablar por escrito" inspira a padres y amigos: la educación de los niños también debe prestar atención a la práctica y no puede limitarse a la predicación verbal.
Algunos padres adoran demasiado a sus hijos y hacen todo lo posible por "hacer todo" por sus hijos. Los niños quieren hacer algo por sí mismos. Estos padres siempre están preocupados de que sus hijos cometan errores, causen pérdidas o afecten su confianza. De hecho, a juzgar por el patrón de crecimiento de los niños, no sólo es inevitable sino también esencial que los niños cometan errores. Muchas veces, los padres están tan ansiosos que no quedan tan impresionados como las experiencias personales de los niños.
Los padres a quienes les gusta hacer todo por sus hijos a menudo ignoran la iniciativa subjetiva de sus hijos e incluso los consideran "robots" que necesitan que sus padres se encarguen de todo. De hecho, todo niño tiene un fuerte deseo de autorrealización. Están ansiosos por crecer, por distinguir la verdad de la falsedad, el bien del mal y darse cuenta del valor de su propia vida a través de sus acciones. Los padres son amables y están dispuestos a hacer cualquier cosa por sus hijos. De hecho, los niños son desagradecidos y simplemente se quejan de que sus padres restringen su libertad y los privan de la oportunidad de crecer.
Por lo tanto, en el proceso de educación de los niños, los padres no deben prestar demasiada atención y mucho menos "hacer todo" por sus hijos. En cambio, deberíamos “dejar ir” más a nuestros hijos. Incluso si sabemos que la idea del niño es incorrecta, siempre que no cause consecuencias graves, también podemos dejar que el niño lo pruebe por su cuenta y darle la oportunidad de continuar con "ensayo y error". Porque a través de un constante "ensayo y error", los niños no sólo pueden distinguir mejor el bien del mal, sino que también mejoran enormemente su calidad psicológica para resistir los contratiempos.