El origen del lápiz

El origen de esta papelería lo inventó el químico alemán Faber.

En 1564, un mineral negro, el grafito, fue descubierto en un lugar llamado Barrodale en Inglaterra. Pronto, algunos pastores locales descubrieron que podían marcar a sus ovejas con grafito. Inspirándose en esto, la gente corta bloques de grafito en pequeñas tiras para escribir y pintar. Sin embargo, las tiras de grafito se ensucian y dañan fácilmente. En 1761, el químico alemán Faber resolvió este problema. Primero molió el mineral de grafito hasta convertirlo en polvo y lavó las impurezas con agua para obtener grafito puro en polvo. Luego, mezcló azufre, antimonio, colofonia y otras sustancias con el polvo de grafito, calentó y solidificó la mezcla y la presionó para darle la forma de un bolígrafo. Este fue el primer prototipo de lápiz.

Los principales materiales de los lápices son el grafito y la arcilla. El principio de fabricación es presionar el material en la mina de un lápiz y luego colocar un tubo de madera en la mina del lápiz para hacer un lápiz. Los tipos principales son los bolígrafos de madera, los bolígrafos con punta y los lápices con tapa.