El Día de Arafat es el comienzo de una importante festividad islámica.
El Día de Arafat en los Emiratos Árabes Unidos se celebra aproximadamente 70 días después del final del Ramadán y marca el segundo día del Hajj. Los peregrinos musulmanes viajan desde La Meca hasta la colina conocida como Monte Arafat. Aquí el profeta Mahoma pronunció su sermón de despedida en el último año de su vida.
El ayuno de este día puede borrar dos años de pecados. Es un día de perdón de los pecados y de liberación del Fuego, un día de orgullo para los peregrinos en Arafat.
Al amanecer del Día de Arafat, muchos musulmanes partieron desde Mina hacia el Monte Arafat en las afueras de La Meca. Se quedaron en el Monte Arafat para orar. La distancia entre Mina y Monte Arafat es de aproximadamente 20 kilómetros.
Para completar el Hajj, los musulmanes deben permanecer en el Monte Arafat, de lo contrario la peregrinación deja de ser válida. Los musulmanes que han completado el haj lo hacen para que sus pecados sean resueltos. Aquellos que no puedan viajar a La Meca pueden ayunar.
Etiqueta islámica:
Los musulmanes deben respetar las normas de comportamiento islámicas y restringir sus palabras y acciones. Por ejemplo, el Islam defiende la honestidad y la integridad, creyendo que la honestidad lleva a las personas a hacer buenas obras, y las buenas acciones llevan a las personas al cielo; las mentiras llevan a las personas a hacer el mal, y las malas acciones llevan a las personas al infierno. La ley islámica prohíbe la mentira, el incumplimiento de contrato, el ocultamiento, la calumnia, el perjurio, la calumnia, etc.
Las enseñanzas también estipulan que al hablar con los demás, uno no debe menospreciar a la otra persona y darle la espalda, y no debe ser arrogante ni arrogante al caminar. El Islam aboga por un lenguaje civilizado y elegante. Estipula que se debe hablar en voz baja, tratar a los demás con una apariencia agradable y evitar ser grosero.
No ridiculices, ataques, insultes a otros ni uses malas palabras para calumniar a otros. El Islam también aboga por el perdón, la justicia y la resolución de disputas, y prohíbe la ira, los celos, las calumnias, el espionaje y las especulaciones maliciosas.