Caminé tranquilamente por la calle y contemplé un sombrío paisaje otoñal. De repente, una hoja caída cayó sobre mi hombro. Lo recogí con cuidado, estudié sus hojas amarillas y toqué su delicada textura. Me siento un poco triste: su vitalidad y riqueza ya no están ahí, reemplazadas por la sequedad y la decadencia. Como muchas cosas, realmente desapareció para siempre. Esta hoja caída es la tarjeta de presentación del otoño y también su primer saludo.
El otoño parece lavado y teñido, noble. A veces sueño alegremente: si hubiera un globo celeste flotando en el cielo, ¡qué interesante sería vivir!
Acompañando al cielo azul está el sol dorado del otoño. El sol aquí es cálido, pacífico y dorado, los campos son coloridos, las manzanas rojas cuelgan de las ramas, los crisantemos silvestres dorados florecen por todos los caminos y los cultivos maduros saludan a las caras sonrientes. El segundo saludo del otoño se esconde en la alegría de la cosecha.
El agua del río en otoño es clara y transparente, mezclándose con el fondo de las montañas, reflejando el aspecto elegante de las nubes en el cielo. También se pueden ver claramente los pequeños peces y la arena en el fondo del río. De vez en cuando, cuando sopla el viento, el agua del río se desborda formando pequeñas ondas que se extienden débilmente. Un niño travieso arrojó una piedra al río y el agua que salpicaba fue acompañada de una risa feliz, que fue el tercer saludo de Qiu.
El otoño es el día más feliz para los agricultores. Sembraron en primavera, fertilizaron en verano y ahora finalmente están listos para cosechar en otoño. Cosechan cultivos con hoces en la mano y recogen frutas con cestas a la espalda. Cada movimiento es muy dedicado y meticuloso, por temor a dañar estos "tesoros". El cuarto saludo del otoño alargó el rostro sonriente del tío granjero.
¡Hay muchas felicitaciones para el otoño! ¡Están escondidos en este vasto mundo, esperando que los descubras, descubras y explores!