El hecho más importante ocurrido durante el reinado de Alfonso XIII fue la Guerra Hispanoamericana. En esta desastrosa guerra, España fue completamente derrotada por la potencia emergente Estados Unidos y perdió Filipinas y todos los territorios americanos.
De 1909 a 1911, el reinado de Alfonso XIII estuvo plagado de una serie de movimientos revolucionarios, especialmente los de Madrid y Barcelona. El pueblo levantó la bandera del derrocamiento de la monarquía. Bajo la presión de la opinión pública, Alfonso XIII llevó a cabo algunas reformas en la legislación, la educación y la religión. Durante la Primera Guerra Mundial, Alfonso XIII mantuvo una política de neutralidad, salvando así de la guerra a una España debilitada.
Con el apoyo de Alfonso XIII, el general Miguel Primo de Rivera estableció una dictadura el 13 de septiembre de 1923. Desde entonces hasta 1930, Alfonso XIII confió efectivamente en este dictador, odiado por el pueblo, para mantener su posición como rey. En 1931 estalló una revolución en España y el régimen de Rivera fue derrocado. El resultado de la revolución fue el establecimiento de la Segunda República Española. Alfonso XIII se vio obligado a abdicar y huir. Murió en el exilio.