Luces de la calle afuera de la puerta
Por la noche, cuando salí de la casa, fui recibido por luces de la calle brillantes. Son como estrellas brillantes que iluminan toda la calle y dan a la gente una sensación de calidez y seguridad.
Las farolas afuera de la puerta están colgadas en lo alto de los postes telefónicos al costado de la carretera. Algunas de ellas son como paraguas, otras como ojos brillantes y otras como flores en flor. Su luz ilumina toda la calle, lo que permite a las personas ver claramente la carretera en la oscuridad y ya no perderse.
En las calles por la noche, la luz de las farolas ilumina los pies de los peatones, permitiéndoles caminar con seguridad por la vía. A veces, veo algunos animales pequeños caminando bajo las luces de la calle. También están iluminados por las luces de la calle y no se pierden. La luz de las farolas también ilumina a las personas en las ventanas, permitiéndoles ver claramente lo que sucede afuera y ya no sentir miedo.
Además de iluminar las calles, el alumbrado público también juega un papel importante, que es el de proteger la seguridad de las personas. Por la noche, la luz de las farolas puede ahuyentar a algunos malos, haciendo que tengan miedo de acercarse. Una vez vi a un ladrón que estaba a punto de robar. De repente se encendió la luz de la calle. El ladrón se asustó tanto que salió corriendo. La luz de las farolas también puede recordar a los conductores que presten atención a los peatones y reducir la aparición de accidentes de tráfico.
Las farolas afuera de la puerta no solo brindan luz y seguridad a las personas, sino que también brindan belleza a las personas. Por la noche, la luz de las farolas ilumina toda la calle como si fuera de día, dando a la gente una sensación misteriosa y hermosa. A veces veo unos pequeños bichos rodeando las farolas. Son atraídos por la luz de las farolas, como si estuvieran bailando. La luz de las farolas también ilumina árboles, flores y plantas, haciéndolos lucir especialmente bellos por la noche.
Las farolas delante de la puerta, guardan silenciosamente nuestra seguridad y nos aportan luz y belleza. Deberíamos valorarlos, no tirar basura, no destruir las farolas y dejar que sigan iluminando el camino que tenemos por delante. Al mismo tiempo, también debemos aprender a ahorrar electricidad, reducir el desperdicio de energía, proteger el medio ambiente y hacer de nuestro mundo un lugar mejor.