Esta frase "El que soluciona un problema nunca es el creador del problema" no proviene claramente de qué celebridad o de qué libro clásico, pero ha aparecido en algunas discusiones filosóficas o de debate. Esta frase expresa un concepto filosófico de que el papel de resolver problemas y el papel de crear problemas no son necesariamente las mismas personas o el mismo grupo. Implica que es posible que sea necesario abordar la solución del problema desde diferentes ángulos y niveles, y es posible que el creador del problema no haya considerado estos ángulos y niveles.
Sin embargo, este concepto no es absoluto. A veces, la persona que resuelve el problema también puede ser la persona que crea el problema. Por ejemplo, cuando un médico trata una enfermedad, también es el creador de la enfermedad porque comprende el mecanismo subyacente de la enfermedad y participa en el tratamiento. proceso. Asimismo, un problema puede ser causado por múltiples factores, cada uno de los cuales puede ser la clave para resolverlo.
Además, los problemas y las soluciones suelen ser inseparables. En muchos casos, los problemas pueden surgir de una idea, concepto o método equivocado. En este caso, resolver estos problemas muchas veces requiere crítica y reflexión sobre estas ideas, conceptos o métodos erróneos. Este proceso crítico y reflexivo puede verse como un generador de problemas, pero también un solucionador de problemas.
Por tanto, esta frase se parece más a una reflexión filosófica que a un principio absoluto. Su significado es animarnos a mirar los problemas desde diferentes perspectivas y a ser conscientes de la relación dialéctica entre la resolución y la creación de problemas.