1. Los adolescentes deben fortalecer su coraje y confianza para superar las dificultades. El éxito de cualquier empresa encarna la sabiduría y los esfuerzos de millones de personas, que incluso pagaron el precio con sus vidas durante los años de la guerra revolucionaria. Hoy, cuando estamos construyendo una sociedad moderadamente acomodada de manera integral, coexisten oportunidades y desafíos. Para iniciar un negocio en un entorno social complejo, es necesario tener confianza. Esto requiere que los jóvenes mantengan siempre una actitud positiva y optimista, que no sean arrogantes al ganar y que no se desanimen al perder.
2. Los adolescentes deben cultivar la perseverancia y la voluntad indomable. Los jóvenes son jóvenes y no tienen una rica experiencia social, por lo que inevitablemente encontrarán reveses y fracasos. Si dudan ante los reveses, perderán oportunidades, pero si avanzan con valentía, es posible que tengan un futuro brillante. Por lo tanto, los reveses y fracasos pueden poner a prueba mejor la voluntad de las personas. Aquellos que resistan esta prueba, sin importar cuán frágiles sean, se convertirán en personas con cualidades de voluntad de hierro. Desde esta perspectiva, cultivar una voluntad indomable es un curso obligatorio en la vida y una experiencia indispensable y valiosa para todos.
2. Las escuelas deben implementar políticas educativas integrales, promover una educación de calidad y adherirse al principio de integrar la educación con el trabajo productivo.
Para llevar a cabo una educación moral trabajadora a los estudiantes, los profesores de diversas materias, especialmente los profesores ideológicos y morales y los profesores de historia, deben aprender a través de acontecimientos reales de la revolución, como la vida dura y sencilla de Mao. Zedong y Zhu De, los Nanniwan El movimiento de autorrescate de la producción y el espíritu empresarial de Qian Xuesen, el "padre de la industria aeroespacial", hablan a los jóvenes estudiantes sobre el espíritu de trabajo duro, que hace que el país sea próspero y poderoso, y también es un arma mágica para el crecimiento saludable de los jóvenes. En la educación escolar, la enseñanza en el aula debe combinarse con la enseñanza de prácticas sociales para permitir a los estudiantes salir del campus, entrar en contacto con la naturaleza y comprender la sociedad. Al participar en diversas formas de actividades prácticas, podemos ampliar el espacio para la educación moral y promover grandes cambios en los pensamientos y comportamientos de los jóvenes, para que puedan aprender a ser ahorrativos y aprender a actuar y pensar con diligencia; llevar adelante la innovación. De esta manera, podrán deshacerse de muchos malos comportamientos y hábitos, y el espíritu escolar de la escuela cambiará fundamentalmente.
3. La educación familiar debe combinarse con la educación escolar para formar una sinergia educativa.
Hoy en día, muchos adolescentes crecen en un entorno privilegiado. Los padres están acostumbrados a encargarse de todo por sus hijos, dejándoles pocas oportunidades para hacer ejercicio. Los efectos positivos de la educación escolar pueden fácilmente contrarrestarse con los efectos negativos de la educación familiar. Para cambiar esta situación y promover el crecimiento saludable y el desarrollo integral de los niños, en primer lugar, los padres deben dar el ejemplo, ser diligentes y ahorrativos, vivir dentro de sus posibilidades, ser frugales en la comida y el vestido y usar palabras silenciosas. para influir sutilmente en sus hijos. Al mismo tiempo, debemos satisfacer cuidadosamente las necesidades materiales de nuestros hijos sin ser cariñosos ni exigentes. En tercer lugar, debemos educar a los niños para que amen las dificultades del trabajo. La competencia social en el siglo XXI no es sólo una competencia entre conocimiento e inteligencia, sino también una competencia entre voluntad y perseverancia. Por eso, en casa, los niños deben esforzarse en hacer lo que puedan e intentar superar la dependencia. A través de su propia práctica, que se sometan al ejercicio y la prueba del trabajo, que sientan verdaderamente las penurias y dificultades del trabajo y que disfruten de los frutos y la felicidad del trabajo. Sólo así podrán amar el trabajo, amar a la gente, apreciar los frutos del trabajo y desarrollar buenos hábitos de diligencia y ahorro.