Hay que animar a los niños a progresar y hacerlo mejor. Los niños que crecen con estímulo están llenos de confianza y continúan progresando. Debemos aprender a ser padres que aplauden a nuestros hijos.
No te apresures sin importar si tus notas son buenas o malas. Anime y confíe en que a los niños les irá bien, y a los niños les irá bien. Hágale saber a su hijo que es su responsabilidad leer bien, no la responsabilidad de sus padres. El futuro y la vida pertenecen a los propios niños. No importa cuánto amen los padres a sus hijos, no pueden reemplazar el lugar que éstos ocupan en sus vidas. Dígale que las personas que estudian bien y las que estudian mal llegarán a la jerarquía social. Dile que tienes 100% de confianza en él. Si estudia mucho, logrará excelentes resultados. No lo presiones para que haga arreglos por su cuenta. Si lo insta mucho, su hijo sentirá que aprender es asunto suyo. Incluso si lo hace bajo tu supervisión, cree que está aprendiendo para ti, no para él mismo. Entonces, una vez que pierda tu supervisión, no aprenderá. ¿Puedes supervisarlo por el resto de su vida?
Cree en tus hijos, elógialos constantemente y muchas veces diles: "
Hijo, me alegra mucho ver que has estudiado mucho. Espero que lo hagas. Continúa trabajando duro y sigue progresando. Tienes un gran potencial. Úsalo."