Premisa
Cuando éramos jóvenes, a menudo oíamos a nuestra madre decir: "¡No juegues en el ferrocarril! ¡No juegues en el ferrocarril!". Estamos familiarizados con esta oración, aunque no la entendimos en ese momento. Día tras día, año tras año, a medida que crecemos, poco a poco nos damos cuenta del verdadero significado de esta frase. Al mismo tiempo, sin embargo, había cada vez más trenes y cada vez eran más rápidos. Para facilitar a las masas, el departamento nacional de ferrocarriles ha aumentado la velocidad una y otra vez, permitiendo que el tren circule por la vía como un "caballo de mil millas".
¡Creo que todo el mundo ha oído hablar de esos terribles accidentes de tráfico en el tren! ¿Cuál es la razón? Mientras nos calmemos y pensemos en ello, no es difícil pensar en el motivo... Es precisamente porque la gente no sabe mucho sobre trenes y siente curiosidad por cosas nuevas. Pero se arriesgan y no saben que los trenes "van y vienen rápidamente" y carecen del conocimiento habitual de las normas de tráfico. Cuando la propia seguridad es débil, una tragedia como esta, que no debería ocurrir, puede fácilmente destruir la propia felicidad en la vida y no sólo causar cierto grado de daño al país. Lo que es más grave es que causará un trauma mayor a su familia y a su familia y, a veces, incluso destruirá las preciosas vidas de cientos de pasajeros en el tren.
Quizás un día tu tren no tuvo ningún accidente porque alguna persona entusiasta que no tenía nada que ver contigo limpió la basura de los rieles. Debería agradecerte. Si hubiera más personas así en el mundo, no sucederían tantas tragedias que no deberían suceder. Es nuestra responsabilidad común proteger los ferrocarriles, apreciarlos, permitir que los turistas de lugares lejanos regresen sanos y salvos con sus padres y dejar que cada niño regrese a los brazos de sus padres...
Cantemos nuestros corazones juntos, usemos nuestras acciones para despertar a todos los que nos rodean y trabajemos juntos. Contribuir al país es sumar más protección a la felicidad propia y de los demás. ¿por qué no?