Los niños de quinto grado están entre sensatos e ingenuos. Para ellos, las clases de formación de verano no son diferentes a las clases formales en la escuela y los requisitos serán más relajados. Por lo tanto, como docente de aula, debes tener una buena actitud y conocer la naturaleza de esta formación.
La educación no es solo enseñanza o gestión, sino también tomar a los estudiantes como cuerpo principal y pensar los problemas desde la perspectiva de los estudiantes. Por eso, como docente debes saber ponerte en el lugar de tus alumnos, conocerlos, comprenderlos y comunicarte más con ellos.
Puede haber muchas razones por las que los estudiantes ignoran tus palabras, como tu dignidad como profesor cuando te conoces por primera vez, tu relación con el estudiante, si el estudiante se da cuenta de la gravedad y las consecuencias del problema, etc. Ahora se puede decir que los niños de quinto grado son "pequeños adultos". Puedes hablar con ellos de forma más racional, pero todavía son niños. No esperes resolver el problema de una vez. Si hay errores graves, también se puede aplicar el castigo adecuado (castigo no corporal) para responsabilizar a los estudiantes de sus acciones.
En la enseñanza en el aula, puedes intentar apreciar la enseñanza, darles más ánimo, elogiar su pequeño progreso y dejarles sentir tu cuidado y expectativas hacia ellos.
Hay muchas razones por las que los estudiantes son traviesos y problemáticos en clase. Puede ser que el niño sea naturalmente activo o puede ser que el niño cause problemas deliberadamente para atraer la atención del maestro. y compañeros de clase. Para el primero, hay que enseñar a los alumnos de acuerdo con su aptitud, hacerle más preguntas en clase según su estado activo y aprovechar al máximo sus características activas. Esto último puede ignorarse.
Como profesor, también debes examinarte a ti mismo. ¿Es su clase lo suficientemente emocionante y atractiva para sus alumnos? La enseñanza en el aula debe adoptar diversas formas, como por ejemplo los juegos. Si los estudiantes se sienten atraídos por su clase, no estarán de humor para ser traviesos. ¿Qué dijiste?
También puedes formular algunas pequeñas "reglas de clase" para mejorar los hábitos de comportamiento de los estudiantes. Con un “sistema” específico, los niños también sabrán qué deben y qué no deben hacer, lo que también facilitará su gestión.
La enseñanza debe ser regular, pero no hay reglas fijas. Deberíamos tomar acciones específicas basadas en circunstancias específicas. A veces hay que estar tranquilo, cambiar de pasivo a activo, comunicarse más con los estudiantes, pensar verdaderamente desde la perspectiva de los estudiantes y utilizar el comportamiento de un maestro para contagiar y guiar a los estudiantes.
¡Vamos, cree en ti mismo!