Las habilidades lingüísticas de los niños en edad preescolar se desarrollan y maduran aún más, y comienzan a interesarse por el tono y el ritmo. Algunas canciones infantiles con melodías y ritmos sencillos son las más adecuadas para niños de esta edad. En cuanto a la elección de la letra, los niños pueden utilizar para cantar canciones infantiles, que se componen de frases cortas y palabras de pronunciación sencilla.
Aunque no todos los niños deben aprender a tocar un instrumento musical, la música es muy adecuada para que la escuchen los niños. La música en sí es una especie de lenguaje. Para los niños, escucharla es el mejor entrenamiento del lenguaje. El educador musical húngaro Kodak aboga por este método de enseñanza: primero, dejar que los niños escuchen música clásica famosa de Mozart, Beethoven o Bach. El niño puede sentarse, cerrar los ojos y permanecer relajado. El profesor seguirá el ritmo y les explicará los cambios de tono hasta que finalice la música. Después de un mes de formación, sus habilidades lingüísticas son mucho mejores que las de niños del mismo nivel.
Nadie nace con buena memoria. Sólo mediante el entrenamiento adquirido se puede acelerar y ampliar gradualmente la duración de la memoria. Esto requiere un método eficaz. La música es el mejor material didáctico para cultivar la memoria de los niños. Se llevó a cabo un experimento pidiendo a algunas madres que acababan de dar a luz que escucharan música clásica a sus hijos y repitieron el ciclo. Hasta que el bebé tenga 5 meses, cuando escuche una canción que nunca antes había escuchado, mostrará una expresión de sorpresa e inquietud en su rostro, y cuando escuche una canción familiar, se reirá a carcajadas. Este resultado muestra que los bebés de 5 meses ya pueden recordar música.
Se puede observar que la exposición de los niños a la música en la educación infantil puede traer muchos beneficios, el más obvio de los cuales es el impacto positivo directo en la atención del cerebro, la memoria y la capacidad del lenguaje.