"Tranquilo."
"Ponte el sombrero."
"Dame el libro."
"No seas así."
¿Es normal que tengas este tipo de conversación imperativa con tu hijo? ¿Es efectivo? ¿Su pedido es sólo temporal? Pero este tipo de comunicación de órdenes no cambió algunos de los hábitos de los niños, simplemente detuvo su comportamiento en ese momento. Incluso para los niños traviesos, actualmente tiene poco efecto.
Entonces, ¿qué tipo de comunicación es más propicia para que los padres optimicen el comportamiento de sus hijos?
El libro "Lenguaje de los padres" señala que va en contra de la naturaleza humana que los padres den constantemente instrucciones u órdenes a sus hijos y no es beneficioso para el desarrollo cerebral del niño. El entorno lingüístico al que están expuestos los niños en desarrollo en sus primeros años tendrá efectos muy diferentes en la estructura y el desarrollo de su cerebro, lo que afectará directamente las diferencias en la formación de la personalidad y las capacidades de aprendizaje de los niños.
La autora de "Parental Language" es Dana Suskind, profesora de ginecología y pediatría de la Universidad de Chicago. Recibió el Premio al Liderazgo en Innovación en Programas Sobresalientes de la Universidad de Medicina de Chicago. Este libro "El lenguaje de los padres" es la culminación de sus 30 años de experiencia y ha despertado gran repercusión en los círculos académicos y educativos estadounidenses.
El "lenguaje de los padres" nos dice que un buen ambiente de lenguaje temprano afecta la capacidad de pensamiento de los niños y su visión de la vida.
En primer lugar, el lenguaje de los padres tendrá un impacto en el desarrollo cerebral de los niños.
El desarrollo de nuestro cerebro se divide en genes innatos y nutrición adquirida. Los genes innatos proporcionan un modelo para el desarrollo del cerebro, de forma muy parecida a como un arquitecto proporciona un modelo para construir una casa. La alimentación adquirida se refiere a la nutrición social, al igual que los materiales necesarios para construir una casa. Por supuesto, una casa construida con materiales calificados es más fuerte, y estos materiales calificados provienen de la relación entre niños y padres, es decir, el entorno lingüístico.
Además de cuidar meticulosamente el crecimiento de los niños, un buen entorno lingüístico también tiene un impacto positivo en el desarrollo cerebral de los niños. Porque hay un conector neuronal en el cerebro humano, que es el punto de conexión de cada neurona, conecta cientos de miles de millones de células nerviosas en el cerebro y determina quiénes somos, cómo pensamos y cómo nos comportamos. El lenguaje de los padres puede estimular el sistema nervioso y promover las conexiones entre las células cerebrales, ayudando a mejorar la capacidad de pensamiento del niño. El mejor momento para la estimulación es tres años después del nacimiento del niño.
En segundo lugar, el lenguaje de los padres tendrá un impacto en el crecimiento de sus hijos.
Uno es la influencia de las matemáticas. Si un niño odia las matemáticas es porque su interés no ha sido despertado mediante una estimulación verbal temprana. Las malas habilidades matemáticas de los niños se deben a la falta de práctica intensiva cuando están interesados.
El segundo es el impacto de la capacidad espacial, lo que significa que los niños no tienen la capacidad de comprender las relaciones físicas entre las cosas. Esta también es una habilidad relacionada con las matemáticas, lo que indica que la estimulación del lenguaje no ayuda a los niños a comprender las cosas.
La tercera es la influencia del pensamiento. Los elogios de los padres hacia sus hijos dan forma a sus patrones de pensamiento positivo, que se dividen en pensamiento fijo y pensamiento de crecimiento. El pensamiento orientado al crecimiento es más propicio para el desarrollo de las excelentes cualidades de los niños, por lo que los padres deben inculcarles que el trabajo duro es el factor clave para lograr el crecimiento, en lugar de que la capacidad lo determine todo.
El cuarto es la motivación y la determinación. Usar palabras alentadoras y apreciar el comportamiento de su hijo puede ayudarlo a adquirir habilidades para resolver problemas. Usar palabras tabú o negativas hacia los niños puede obstaculizar su desarrollo cerebral.
En quinto lugar, utilizar un lenguaje menos imperativo y más sugerente. El lenguaje obligatorio son las restricciones y órdenes sobre las aportaciones de los niños, incluidas las reprimendas y los requisitos. Las sugerencias son sugerentes e inducen a los niños a comentar o tomar decisiones sobre la información aportada. Por tanto, es útil que los niños mejoren la autorregulación y las funciones ejecutivas. El papel de la autorregulación y la aplicación de la ley es ayudarnos a mantener la calma mientras lidiamos con los problemas, no provocar o exacerbar una reacción.
En sexto lugar, el lenguaje de los padres ayuda a cultivar la compasión y los valores morales de los niños, y mejora su bondad. Los estudios han encontrado que los niños que reciben elogios se comportan más generosamente semanas después de haber sido elogiados. Los sustantivos a veces son como un espejo que nos permite ver nuestro verdadero yo.
Además del lenguaje de los padres, el impacto en los niños también requiere que los padres sean amables, morales y de buen comportamiento.
3. Cómo los padres pueden crear un buen ambiente lingüístico
El último paso es el diálogo. Los padres se turnan para participar en conversaciones con sus hijos. Necesitan comprender el lenguaje de los niños en diferentes etapas, como aprender a interpretar las señales del lenguaje proporcionadas por los niños en la infancia y responder adecuadamente. También existen señales verbales de los niños al caminar. Responda bien a sus hijos y espere pacientemente su respuesta. Haga a los niños preguntas más abiertas, como "qué hacer" y "por qué", para que el mundo de pensamiento del niño no esté restringido.
"Lenguaje de los padres" nos dice que los factores importantes en un buen entorno lingüístico que favorecen el crecimiento de los niños son: la cantidad del lenguaje de los padres, la calidad del lenguaje de los padres, la buena forma de el lenguaje de los padres y el uso habitual y positivo de las palabras por parte de los padres, la infección ideológica de los padres que predican con el ejemplo.
Así que a veces no es que los niños no escuchen a sus padres, ni tampoco es que los niños sean demasiado estúpidos para entender lo que quieres decir. Tal vez hubo un problema con nuestro habla al principio, lo que provocó una mala comunicación entre nosotros y nuestros hijos y, en última instancia, un malentendido entre nosotros.
Sobre la autora: Soy Fan Rui, una madre a la que le encanta aprender. Vivo una vida valiente y trabajadora, cruzando miles de montañas, caminando entre mares de gente y abrazándome cálidamente.