2. Mejorar las habilidades lingüísticas: a través de la interacción con los padres y otras personas, los niños pueden aprender más vocabulario y estructuras gramaticales, y mejorar la expresión del lenguaje y las habilidades de comunicación.
3. Cultivar habilidades sociales: La educación temprana puede ayudar a los niños a aprender a llevarse bien con los demás, aprender a compartir, cooperar y respetar a los demás, y a cultivar buenas relaciones interpersonales.
4. Potenciar la confianza en sí mismos: A través de juegos y actividades en los cursos de educación temprana, los niños pueden experimentar la alegría del éxito, mejorando así la confianza en sí mismos y la autoestima.
5. Desarrollar buenos hábitos: La educación temprana puede ayudar a los niños a desarrollar buenos hábitos de vida y normas de comportamiento, como el trabajo y el descanso regulares, la autodisciplina y el autocontrol.
6. Promover el desarrollo físico: Los deportes y ejercicios adecuados pueden ayudar a los niños a fortalecer su condición física y promover el desarrollo de huesos y músculos.