Algunas personas dicen que la tarea actual es "la tarea de los padres". ¿Qué opinas sobre esto?

La tarea se asigna a los estudiantes, por lo que es tarea del estudiante, no de los padres. Las tareas desempeñan un papel indispensable en el progreso académico de los estudiantes y es comprensible movilizar a los padres para que participen en la orientación de las tareas de los estudiantes. Algunas personas dicen que los deberes se convierten en deberes de los padres. También puede deberse a que algunos profesores asignan tanta tarea que los estudiantes no pueden completarla de forma independiente y sólo pueden confiar en la ayuda de sus padres. Este tipo de tarea no sólo no logra consolidar los conocimientos de los estudiantes, sino que también aumenta la carga para los padres y provoca su insatisfacción.

1. Los estudiantes sólo disponen de cuarenta minutos por clase. Durante estos 40 minutos, los profesores deben completar las tareas didácticas del contenido de aprendizaje especificado en el libro de texto de acuerdo con los requisitos del programa de estudios. No hay suficiente tiempo de práctica en clase para consolidar conocimientos y algunas tareas solo se pueden completar fuera de clase. Los estudiantes tienen tiempo limitado en la escuela y la tarea solo se puede llevar a casa para completarla después de la escuela.

2. La tarea diligente puede mejorar la capacidad de los estudiantes para pensar en métodos de resolución de problemas. En casa, sin explicaciones de los profesores, los estudiantes tienen que descubrir cómo resolver sus problemas. En particular, algunas personas necesitan práctica social, registros de investigación, herramientas o habilidades prácticas para poder recurrir a sus padres, ayudar a familiares o ponerse en contacto con compañeros de clase. De esta manera, sin un maestro, los estudiantes tendrán una sensación de logro después de completar sus tareas y mejorarán gradualmente sus habilidades para resolver problemas.

Cómo comunicarse eficazmente con las escuelas y los niños no es sólo una preocupación de los padres, sino también responsabilidad de las escuelas y los profesores. Siempre que los objetivos de ambas partes sean completamente coherentes, una comunicación razonable favorece el propio desarrollo de los estudiantes y también puede reducir eficazmente los conflictos entre profesores y padres.

Como maestro, al asignar tareas entre padres e hijos y pedirles que supervisen y revisen la tarea, también debe comunicarse más con los padres, escuchar sus opiniones y guiarlos en lugar de forzarlos. Preste atención a la dificultad y cantidad de las tareas para asegurarse de que los estudiantes las completen dentro de sus capacidades. Sobre la cuestión de promover la cooperación entre el hogar y la escuela, las escuelas y los padres deben comunicarse entre sí para aclarar las responsabilidades de ambas partes y promover el crecimiento de los niños.