Algunas personas dicen que la escuela primaria determina el futuro de un niño. ¿Es este realmente el caso?

Esta oración es en realidad un resumen de la experiencia, solo para mostrar que el primer grado es más importante para el aprendizaje futuro de los niños. Si lo tomamos como verdad y nos sentimos ansiosos, estamos realmente equivocados.

Al igual que los niños de tres y siete años, simplemente les recordamos a todos que presten atención a estos momentos críticos y a la educación de sus hijos. Si ayuda conscientemente a sus hijos a establecer hábitos durante el período crítico de su crecimiento, su crecimiento futuro será mucho más fluido.

Cada frase debe tener un determinado contexto o condiciones aplicables. El primer grado es el comienzo del aprendizaje formal de un niño en la escuela. Si se pueden establecer buenos hábitos de estudio y una buena mentalidad en la etapa inicial, los niños entrarán fácilmente en un ciclo positivo en el futuro: ¡cuanto mejor aprendan, más confianza tendrán!

Sin embargo, si los padres toman esto como verdad y obligan a sus hijos a obtener buenas calificaciones en el primer grado de la escuela secundaria, y los obligan a hacerlo por cualquier medio, incluso si sus hijos completan notas, no será bueno para sus estudios futuros, ni siquiera malo.

En mi opinión, el primer grado es principalmente un momento para desarrollar la conciencia, la mentalidad y los hábitos.

Como mínimo, los niños deberían considerar el aprendizaje como su propia carrera. Sin embargo, es una lástima que muchos niños poco a poco estén evitando y desvinculándose del aprendizaje.

Ayer hice una declaración en Weibo: el despertar interior es la clave para que los niños se conviertan en verdaderos aprendices, y no debemos escatimar esfuerzos para despertar a los niños.

Existe un proverbio popular:

Educación significa que un árbol hace sacudir a otro árbol, una nube empuja a otra nube y un alma despierta a otra alma.

Los niños son los principales sujetos del aprendizaje, y los adultos, como educadores, tienen como objetivo despertar las mentes de los niños y permitir que sus habilidades de aprendizaje fluyan sin problemas y crezcan.

Confiar en la supervisión de los adultos para lograr buenos resultados es insostenible. El foco de la educación debe volverse hacia adentro y prestar atención al corazón de los niños.

Poner a los niños como cuerpo principal significa que los niños tienen que controlar la mayor parte del aprendizaje, y los adultos solo les brindan cierta ayuda necesaria. Sin embargo, la mayoría de las escuelas en realidad se centran en el conocimiento. Nuestros profesores crean conocimiento y los niños lo reciben. Estamos acostumbrados a verter conocimientos en los corazones de los niños de una manera directa y rápida, ignorando la experiencia interna de los niños, y los niños carecen de sentido de participación. Finalmente, los alumnos se desvinculan del aprendizaje y se cansan de aprender.

Todos esperamos que nuestros hijos sean optimistas, emprendedores, confiados y no tengan miedo a las dificultades. Pero en realidad lo que hacemos es todo lo contrario. Atacamos a los niños por sus pequeños errores y porque no somos optimistas. Sólo cuando estamos ansiosos por el futuro nos preocupamos tanto por nuestros hijos. ¿Cómo podemos enseñar a los niños a ser optimistas?

Optimismo significa estar lleno de expectativas para el futuro, pero no podemos tolerar que nuestros hijos obtengan 98 puntos.

Queremos que nuestros hijos tengan confianza, pero siempre nos centramos en sus defectos y les falta reconocimiento.

Esperamos que los niños aprendan a no tener miedo a las dificultades, pero rara vez les ayudamos a afrontar los desafíos.

Como padres, debemos ser un refugio seguro para nuestros hijos, consolándolos cuando tienen miedo, evitan o están inseguros.

Como padres, debemos darles reglas a nuestros hijos y exigirles que tengan sentido de las reglas. Pero no deberíamos obligar a los niños a ser perfectos de repente. La razón por la que la vida de un niño es maravillosa es que el niño nunca asistirá a una reunión y pasará de la imperfección a la perfección.