Recuerdo ese maravilloso momento:
Apareciste frente a mí,
Como una fantasía fugaz,
Como la pureza La belleza del cielo.
En el tormento de la pena desesperada,
En el apuro de la vida ruidosa y llamativa,
Tu ternura hace tiempo que resuena en mis oídos.
Aún veo tu encantadora figura mientras duermo.
Pasaron muchos años, y la sonrisa tormentosa
dispersó los sueños del pasado,
Así que olvidé tu dulce voz,
Y tu figura de hada.
En el campo remoto, en la vida lúgubre del encarcelamiento,
Mis días transcurrieron tranquilamente así,
No había ninguna persona de quien enamorarse, sin inspiración para la poesía,
Sin lágrimas, sin vida, sin amor.
Ahora mi alma ha comenzado a despertar,
En este momento, reapareciste frente a mí,
Como un fantasma fugaz,
Como un ángel de pura belleza.
Mi corazón salta de éxtasis,
Todo en mi corazón vuelve a despertar,
Con la persona que amo, y la inspiración para la poesía,
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Hay vida, hay lágrimas y hay amor.