La educación temprana proporciona a los padres cómo acompañar a sus hijos, cómo interactuar y les enseña métodos de crianza.
Los padres no solo deben educar a sus hijos, sino también descubrir gradualmente sus propias deficiencias en el proceso de criar a sus hijos y crecer con sus hijos.
La educación temprana es, en definitiva, el crecimiento de los padres. Si los hijos son flores, los padres son tierra. Hemos cultivado flores, pero las flores hacen que el suelo sea más fértil y exploramos en el viaje de nutrirnos unos a otros.
La educación infantil se puede realizar como tutor, debiendo asistir a clases padres-hijos. Los efectos varían de persona a persona. Depende de la absorción de padres e hijos.