La encuesta muestra que la mayoría de los adolescentes adictos a Internet no tienen un buen ambiente familiar. Hay poca o ninguna comunicación entre padres e hijos. Debido a que los niños no reciben la atención que merecen en casa, hay muy pocas personas que puedan comunicarse con ellos. En general, los adolescentes adictos a Internet suelen ser retraídos, no son buenos para hablar y les resulta difícil confiar sus sentimientos a los demás.
1. Familias monoparentales
El entorno familiar monoparental no es perfecto para la educación de los hijos. El hecho de que los padres se divorcien o pierdan a un ser querido es un duro golpe para los niños. Los niños carecen del amor del padre o de la madre en el hogar y sienten baja autoestima debido a los cambios familiares. El ridículo de las personas que les rodean, especialmente de sus compañeros, agrava su complejo de inferioridad. Por eso se encierran, sin querer y con miedo de integrarse en la sociedad. Pero, después de todo, somos humanos. Como seres humanos, algunas necesidades psicológicas, como la necesidad de autorrealización, la necesidad de pertenencia y amor, y la necesidad de seguridad, también esperan ser satisfechas. Sienten que no pueden obtenerlo del mundo exterior, pero esta necesidad no desaparecerá porque no tienen un entorno vivo. Es como una planta, pero como el agua, si el camino está bloqueado, debe encontrar una manera de fluir. a través de. En la sociedad real, sus necesidades psicológicas no pueden satisfacerse, e Internet les proporciona una buena plataforma para desahogarse. Aquí encontrarán que todo el dolor causado por la sociedad real no se puede encontrar aquí, sólo la libertad y la igualdad en Internet. . Sienten que Internet satisface todas sus necesidades, por lo que creen erróneamente que la realidad e Internet son dos mundos iguales, difuminando los límites entre virtualidad y realidad, y prefieren vivir en el mundo en línea.
2. El exceso y el mal ambiente familiar también son entornos donde la adicción a Internet es muy prevalente.
El exceso de indulgencia de una familia puede fácilmente hacer que los niños pierdan su visión correcta de la vida y sus valores, carezcan de amor por el mundo que los rodea y sean siempre egocéntricos. Por eso es fácil volverse indiferente al mundo que te rodea. A los niños con esta mentalidad les resulta extremadamente difícil llevarse bien con las personas que los rodean y, con el tiempo, se disgustarán con el mundo que los rodea. En el entorno online, sus propias deficiencias no afectarán sus actividades "sociales" en la red, por lo que pueden satisfacer sus necesidades "sociales" en el entorno virtual online. Es fácil volverse adicto a Internet.
En una familia demasiado estricta, los niños no reciben reconocimiento y cuidados en el hogar, especialmente cuando crecen en la adolescencia. En este entorno es muy fácil desarrollar una mentalidad rebelde y tener dudas y opiniones negativas sobre las personas y las cosas que te rodean. Las personas que los rodean, especialmente los padres y maestros, están extremadamente insatisfechas con su comportamiento rebelde y a menudo los regañan o incluso les dan puñetazos y patadas, formando un círculo vicioso. Sin embargo, en el mundo online, si alguien objeta sus acciones, no tiene reparos en abusar de esas objeciones. Y la mayoría de ellos son jóvenes en Internet. Una gran parte de ellos reconoce y apoya su comportamiento rebelde, por lo que se sienten más felices en el mundo online. Especialmente en los juegos en línea, no solo pueden hacer realidad sus ideas rebeldes, sino también expresar en el juego toda su insatisfacción con la sociedad real y, con el tiempo, se han vuelto dependientes de Internet.
En resumen, la falta de educación familiar para los adolescentes adictos a Internet es una razón importante por la que los adolescentes se vuelven dependientes de Internet, porque los padres son sus primeros maestros, su encanto de personalidad, su comportamiento, sus palabras y acciones. Todos estos son factores importantes en la formación de una buena personalidad y una visión correcta de la vida y del mundo en los niños. No se puede ignorar el impacto del entorno familiar creado por los padres sobre el crecimiento de los niños.