Sin embargo, un verdadero problema es: al leer en una librería, a veces nos encontramos con una mirada extraña del dependiente, lo que hace sentir mal a la gente, porque la mirada parece decirnos: no sabes ¿Cómo leer? ¿Un ladrón de libros? Afortunadamente, muchas librerías cuentan ahora con dispositivos antirrobo, por lo que esto sucede cada vez menos, gracias al poder de la tecnología.
No es necesario comprar libros si tienes una biblioteca.
En este punto, se puede decir que vale la pena aprender algunas prácticas en librerías extranjeras, pero debería ser posible leerlas en las librerías. Leí cierta información y dije que en las librerías de algunos países no solo hay mesas y sillas para que los clientes descansen y lean, sino también bolígrafos y fotocopiadoras para que los clientes las utilicen de forma gratuita. Si ve los materiales que necesita, puede hacer copias. Aunque todavía no hemos llegado a este nivel, creo que este deseo podrá hacerse realidad en un futuro próximo.