No hables de historia rusa, sólo de sentimientos. Rusia tiene una característica que impregna el carácter y el destino nacional: las contradicciones y los extremos. La geopolítica lo explica bien: vastos territorios fomentan la arrogancia y la inseguridad. Históricamente, ha pasado del atraso extremo a la expansión instantánea, del pico de expansión al colapso instantáneo; esto también se refleja en lo repentino de la Revolución de Octubre y la repentina desintegración de la Unión Soviética;
La mayor retrospectiva es que más tarde se puede decidir que el desarrollo nacional debe ser autodefinido y apropiado. Nicolás II y Yeltsin no hicieron un buen trabajo. Su posicionamiento respecto de Rusia fue demasiado arrogante o demasiado extremo. A Pedro el Grande y a Putin les fue especialmente bien. Le dieron a Rusia una posición racional y desafiante. Por supuesto, es difícil decir qué sucederá a continuación.
Otro sentimiento es la continuidad del desarrollo. Las reformas rusas y la reforma y apertura de China siempre han sido temas candentes en la política comparada. Rusia tiene la costumbre de abandonar las fronteras. Incluso si la economía está en shock, tiene serios problemas de estabilidad social. Lo que es más grave es la psicología social y cultural, y las líneas divisorias no son buenas. China hizo algo diferente. Al principio, la evaluación de Deng Xiaoping de Mao Zedong mostró que las reformas de China eran constantes, graduales y poderosas.