Hacia 1741 aparecen los primeros grabados y estampas en color. A Okura Masanobu (1686-1764) se le atribuye la producción del primer conjunto de impresiones ukiyo-e de dos colores. Estas impresiones utilizan pigmentos verdes y carmín (rosa claro) y se denominan pinturas de pliegue rojo o pinturas rosas.
Suzuki Harunobu (1725-1770) realizó la primera serie de impresiones en color en 1765. Por sus colores brillantes, se le llama Jinhua o pintura de brocado. Con el desarrollo del color, los grabados japoneses alcanzaron la perfección técnica en la segunda mitad del siglo XVIII. Chunxin, Shengchuan Zhangchun (1726-1798?) y Kitagawa Gewu (1753-1806) fueron todos grabadores destacados. En el siglo XIX, eran populares las pinturas de paisajes con paisajes de casas de té, cascadas y el Monte Fuji. Katsushika Kaisai (1760-1849) y Ando Hiroshige (1797-1858), la última generación de maestros de ukiyo-e, dominaron el siglo XIX.