Algunas escuelas han comenzado a utilizar diversos dispositivos y tecnologías inteligentes para monitorear a los estudiantes, como sistemas de monitoreo de inteligencia artificial, cintas para la cabeza, pulseras y uniformes escolares inteligentes. Estos dispositivos y tecnologías pueden ayudar a las escuelas a gestionar mejor a sus estudiantes. Por ejemplo, a través de sistemas de monitoreo de IA, las escuelas pueden monitorear el comportamiento de los estudiantes en tiempo real y detectar comportamientos anormales o peligrosos de manera oportuna. Sin embargo, esto también ha causado cierta controversia.
Existe la preocupación de que la excesiva dependencia del seguimiento tecnológico pueda afectar la salud mental de los estudiantes, haciéndolos sentir estresados y limitados en el proceso de aprendizaje. También hay dudas sobre la eficacia y precisión de estos dispositivos. Algunas escuelas probaron sistemas de monitoreo de IA y descubrieron que no había una conexión necesaria entre la concentración en el aula y el desempeño de los estudiantes, por lo que decidieron dejar de usarlos.