El estado de higiene de los jardines de infancia japoneses ocupa el primer lugar en el mundo. ¿Cómo lo hicieron?

Los jardines de infancia japoneses conceden gran importancia al cultivo de los hábitos alimentarios de los niños. Al mismo tiempo, los directores de los jardines de infancia japoneses también conceden gran importancia a la higiene y el valor nutricional de las comidas. En última instancia, el estado de higiene de los jardines de infancia japoneses es el primero del mundo, lo que se debe principalmente a los buenos hábitos que los japoneses han cultivado para sus niños a lo largo de los años.

En los jardines de infancia japoneses, casi todos los jardines de infancia están equipados con 1 o 2 nutricionistas, lo que es diferente a lo que ocurre en China. En China, el umbral para convertirse en nutricionista es relativamente bajo, pero es diferente en Japón. La valoración de los nutricionistas en Japón sigue siendo muy estricta. Precisamente por su rigor, los nutricionistas de casi todos los jardines de infancia japoneses son extremadamente profesionales.

Después de llegar al jardín de infantes, estos nutricionistas harán combinaciones razonables de alimentos basadas en las necesidades nutricionales de los niños y también realizarán cuestionarios periódicos para ver qué necesidades nutricionales les faltan a los niños. Por supuesto, las comidas concertadas por estos nutricionistas deben coincidir con el presupuesto de la escuela.

Además de contar con nutricionistas en cada jardín de infancia, los jardines de infancia japoneses también implementan estrictamente el sistema de almuerzo. Antes de cada almuerzo, el director del jardín de infancia selecciona a los comensales del día de cada clase. Una vez que los comensales hayan distribuido las comidas a todos los estudiantes, esos comensales pueden comenzar a comer. Después de comer, estos niños de guardería también tomarán la iniciativa de limpiar la mesa donde han comido. Finalmente, clasifican la basura del día. Debido al sistema de almuerzos, en Japón casi nunca vemos niños que todavía necesiten ser alimentados por adultos.

Precisamente gracias al sistema de almuerzos y a la presencia de nutricionistas, los niños japoneses han desarrollado buenos hábitos alimentarios desde pequeños. Cuando comen bien, seguro que su salud no será un problema.