La Restauración Meiji fue una revolución política en la historia de Japón. Derrocó al shogunato Tokugawa, devolvió un gran poder al emperador, implementó importantes reformas en la política, la economía y la sociedad, y promovió la modernización y occidentalización de Japón. Los principales líderes de la Restauración Meiji fueron algunos jóvenes samuráis. Utilizaron el lema "País rico y ejército fuerte" como lema e intentaron construir un país que pudiera seguir el ritmo de Occidente. En 1871 se abolieron los vasallos feudales y se establecieron condados, destruyendo todos los regímenes feudales. Ese mismo año se estableció un nuevo ejército permanente. En 1873, se implementó un sistema militar nacional obligatorio y se reformaron los impuestos agrícolas. También se unificó la moneda. A mediados de la década de 1870, estas reformas encontraron oposición de dos lados: por un lado, los samuráis frustrados, que reunieron a los agricultores insatisfechos con las políticas agrícolas para organizar múltiples rebeliones; por el otro, las teorías de los derechos civiles influenciadas por las ideas liberales occidentales; Exigimos la implementación de una constitución, la convocatoria de un parlamento, y todo será decidido por la opinión pública. Bajo presión de todos los aspectos, el gobierno Meiji implementó un sistema de gabinete en 1885 y comenzó a formular la constitución al año siguiente. La constitución se promulgó formalmente en 1889 y el primer Congreso se convocó en 1890. Junto con las reformas políticas, también se llevaron a cabo reformas económicas y sociales. El principal objetivo del gobierno Meiji era lograr la industrialización. La industria militar y el transporte se han desarrollado mucho. El primer ferrocarril se construyó en 1872 y se estableció un nuevo banco en 1882. Para satisfacer las necesidades de la modernización, se introdujo una gran cantidad de ciencia y tecnología occidentales. A principios del siglo XX, los objetivos de la Restauración Meiji se habían cumplido básicamente y Japón avanzaba en el camino para convertirse en un país industrial moderno.
El significado histórico de la Restauración Meiji
Japón, que se volvió próspero y poderoso después de la Restauración Meiji, utilizó su fuerte poder nacional para abolir gradualmente los tratados desiguales firmados con los países occidentales, recuperar soberanía nacional y deshacerse de la crisis de convertirse en colonia; en 1895 y 1904, derrotó al antiguo imperio Dinastía Qing y Rusia en la Guerra Sino-Japonesa y la Guerra Ruso-Japonesa respectivamente, convirtiéndose en una potencia asiática dominante. Sin embargo, sus reformas dejaron tras de sí muchos problemas, como el excesivo poder del emperador, la todavía grave anexión de tierras y otros fenómenos feudales residuales, que interactuaban con una serie de problemas sociales que serían difíciles de resolver para Japón en el futuro, provocando Japón a emprender el camino de la agresión y la expansión.