Hay una pequeña granja al lado de mi casa. Todas las frutas y verduras que contiene son cultivadas por mi madre y todas son orgánicas. Cuando esté maduro, nuestra familia lo cosechará junta y nuestra madre chef nos ayudará a preparar platos deliciosos. En cuanto a las verduras sobrantes, se las dimos generosamente a familiares y amigos para que las probaran. Durante las vacaciones plantaba mis propias plantas allí, pero no eran tan frescas y deliciosas como las que cultivaba mi madre.
Además de la finca, también disponemos de ganado propio. Ese ganado fue engordado por nosotros uno por uno. Se ven deliciosos. Cuando el ganado crezca, mi padre lo venderá en un mercado de verduras cercano para ganarse la vida. Recuerdo una plaga que mató a todo este ganado y nos costó mucho dinero. En mi tiempo libre, voy al estanque del río cercano a jugar con mi mejor amigo. También pescaremos allí.
Aunque mi casa no es tan lujosa como la ciudad, me hace muy feliz.
El aire aquí es fresco y no hay smog en la ciudad, lo que me hace vivir una vida sana y fuerte. Espero poder vivir en esta hermosa casa para siempre.