Como maestra rural, he estado involucrada en trabajos de alivio de la pobreza durante aproximadamente un año. Aunque he completado las tareas de alivio de la pobreza según lo requerido, como maestro, todavía tengo algunas opiniones.
Los docentes deben hacer dos cosas cuando participan en el alivio de la pobreza educativa:
El alivio de la pobreza primero: a ninguno de nosotros nos gusta la pobreza, todos queremos deshacernos de ella y no queremos. Quiero ser amigo de la pobreza. Como maestra rural, todos los estudiantes de mi clase provienen de familias pobres y algunos incluso provienen de familias muy pobres. Los profesores deben hacer que los estudiantes amen aprender y sean estudiantes ideales. Por el bien del ideal, deberíamos estudiar mucho ahora. Aunque aprender no es la única salida, definitivamente es una mejor salida. Pelear por papá no está bien. Entonces, ¿por qué no apuntar alto y tratar de marcar una diferencia en su familia?
Primero el alivio de la pobreza: los estudiantes primero mejoran su rendimiento académico y mejoran su moralidad, inteligencia y aptitud física. ¿Tres cosas buenas? En chino, el carácter moral es lo primero, las calificaciones lo segundo y la aptitud física lo primero. El rendimiento es sólo un aspecto de la educación intelectual. La educación intelectual de un estudiante puede reflejarse a través del rendimiento académico, pero el rendimiento académico no es el único factor. La forma de pensar que desarrolla un estudiante durante el estudio y la capacidad de resolver problemas de la vida de manera más efectiva son todos los beneficios que nos aporta el estudio. ¿A medida que uno envejece, el de uno? ¿sabiduría? También está creciendo gradualmente y sus métodos para resolver problemas son cada vez más eficaces. La coordinación en matemáticas es una solución muy eficaz y los problemas planteados en matemáticas son de gran beneficio para los estudiantes.
Como profesor, conozco mejor a los alumnos de mi clase. El maestro solo necesita ayudar a los de bajo rendimiento en esta clase, dejarles tener sus propias ambiciones y dejarles tener interés en aprender. Pase más tiempo con los de bajo rendimiento. Todo el mundo sabe que brindar ayuda en momentos de necesidad es más valioso que añadir la guinda al pastel. Por lo tanto, debemos supervisar a los estudiantes que tienen antecedentes familiares pobres, bajo rendimiento académico y malos hábitos de comportamiento. Transformar a un estudiante de bajo rendimiento o con malos hábitos de conducta es un asunto pequeño para el maestro, pero muy importante para los propios estudiantes.
Los profesores no deberían salir del campus para ayudar a los pobres, sino que deberían tener más relaciones con los estudiantes en el campus, comprender sus situaciones familiares y adoptar diferentes métodos educativos para los estudiantes. Cada palabra y cada sonrisa que el profesor regala a los alumnos es muy importante. Los profesores son modelos a seguir para los estudiantes. ¡Dan el ejemplo y hacen su parte para ayudar a los pobres a través de la educación!