Lugar de salida: Zhou Siyuan; Composition King (Edición para la escuela primaria) 2012 Número 03:
Título de la composición: Ejercicios matutinos, bailes nocturnos, música antigua.
Texto original:
El horizonte oriental palidece ligeramente y el pueblo ya está lleno de emoción. En el parque en medio de la calle, la brisa acariciaba las flores y el rocío manchaba las hojas. De repente, una ráfaga de pasos urgentes llegó con el viento. ¿Quién es ese?
Resultó ser un grupo de personas mayores que venían a hacer ejercicio matutino. De repente el parque se llenó de gente. Se alinearon en una larga fila, viniendo desde la distancia. A primera vista, parecían una línea recta, "dirigiéndose" hacia la plaza. Al llegar a un espacio abierto, esta "línea recta" se dividió en varias secciones, cuidadosamente dispuestas, esperando las instrucciones del operador. Aunque el líder es un anciano de unos setenta años, es enérgico, sus ojos brillan, su voz es fuerte y grita las contraseñas de manera sonora y poderosa. Siguiendo su orden, los ancianos de abajo, tanto hombres como mujeres, hicieron lo mismo. Los vi agacharse un rato y levantar los pies un rato. Sus movimientos eran uniformes y nadie hizo nada malo. Aproximadamente una hora después, terminó el ejercicio de la mañana y se ejercitaron por separado, bailando con espadas y boxeando... Inconscientemente, el sol había subido al techo, así que empacaron sus electrodomésticos y se fueron a casa de dos en dos y de tres en tres.
Por la tarde, cuando el sol se pone y la brisa vespertina disipa el calor del día, las ancianas vestidas de colores brillantes vienen aquí en grupos. Ahora tienen un nuevo truco: bailar. Varios bailarines "senior" estaban en la primera fila del equipo, cuidadosamente dispuestos en varias columnas en orden de llegada. Cuando la música comenzó lentamente, dieron pasos elegantes al ritmo. Avanzaron, retrocedieron y dieron vueltas de vez en cuando. Incluso los "novatos" que estaban al final del equipo aprendieron de los "expertos" y practicaron muy seriamente. Poco después, un grupo de tías llegó a la plaza. Su incorporación añadió mucha vitalidad al equipo. Para no quedarse atrás, las ancianas bailaron a sus anchas... No sé cuánto tiempo tomó, pero todos estaban cansados de bailar, y el baile del crepúsculo terminó con las risas de todos.
Los ejercicios matutinos y los bailes nocturnos han traído diversión y salud a los ancianos de la ciudad, ¡y se han convertido en un hermoso paisaje en el nuevo campo actual!