Hasta 1810, el famoso químico británico David utilizó pruebas suficientes para demostrar que este gas era un elemento nuevo. Por ser verde se le llama cloro, que significa "verde". Los traductores chinos lo tradujeron originalmente como "gas verde" en su significado original, pero luego combinaron las dos palabras en una sola, "cloro".
El cloro es un elemento químico muy reactivo que puede combinarse directamente con casi todos los metales comunes y muchos no metales. El cloro se almacena en cilindros porque el cloro seco no reacciona con el hierro.
A temperatura ambiente y 6 presiones atmosféricas, las personas pueden licuar el cloro hasta obtener un líquido de color amarillo verdoso, llamado "cloro líquido".
Cabe destacar que el cloro es altamente tóxico. Si el aire contiene una décima parte de cloro, afectará gravemente a la salud de las personas. Generalmente se cree que el contenido máximo de cloro libre en el aire no debe exceder 1 mg/m3. El cloro también es de gran valor para la producción y la vida humana.