Además, la animación japonesa necesita formar una cultura. Hay al menos miles de dibujantes que debutan en varias revistas en Japón cada año, lo que determina que siempre habrá algunos genios como Akira Toriyama y Eiichiro Oda en el trasfondo japonés.
Por último, la sana competencia y el reconocimiento social tras la formación de la cultura Ya en China, cuando utilizaban la historia para hablar de las cosas, su pensamiento ya estaba mil años en el futuro.