La primera dinastía en China que permitió el préstamo y la circulación de libros fue la dinastía Han. Según registros históricos, el emperador Wu de la dinastía Han emitió un edicto para pedir prestados libros de la Biblioteca Nacional para alentar a la gente a leer, estudiar y promover el confucianismo. También fundó dos instituciones, Taixue y Dachengdian, estableció quince salas Taixue y estableció un sistema educativo completo de exámenes imperiales. Posteriormente, para fortalecer la gestión de la biblioteca, la biblioteca creó custodios especiales, que promovieron aún más la circulación de libros y distribuyeron recursos bibliográficos a todos los niveles de la sociedad.
Por ello, la dinastía Han es considerada la primera dinastía de China. Después de eso, la colección de libros de China se amplió gradualmente y la donación de libros se hizo cada vez más popular. Después del desarrollo de las dinastías Tang, Song, Ming y Qing, se formó una acumulación cultural tradicional con características chinas.